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Trucos de Postura al Dormir: Efectos de la Elevación de la Cabeza y Dormir de Lado en la Presión Ocular

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Trucos de Postura al Dormir: Efectos de la Elevación de la Cabeza y Dormir de Lado en la Presión Ocular
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Trucos de Postura al Dormir: Efectos de la Elevación de la Cabeza y Dormir de Lado en la Presión Ocular

Trucos de Postura al Dormir: Efectos de la Elevación de la Cabeza y Dormir de Lado en la Presión Ocular

La presión intraocular (PIO) alta – la presión del fluido dentro del ojo – es un factor clave en el glaucoma y otras enfermedades oculares. En particular, la PIO puede cambiar con la posición al dormir. Los estudios muestran que simplemente acostarse tiende a elevar la PIO en comparación con estar sentado (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por ejemplo, un experimento encontró que la PIO promedio era significativamente más alta cuando sujetos sanos yacían planos que cuando estaban sentados (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Durante el transcurso de la noche, las posiciones de lado o boca abajo pueden afectar aún más la presión. En este artículo explicamos cómo dormir con la cabeza elevada en un ángulo de 20 a 30° puede reducir la presión ocular nocturna, por qué el ojo “inferior” a menudo tiene una presión más alta cuando se duerme de lado, y cómo se comparan las ayudas prácticas (cuñas, camas ajustables, pilas de almohadas). También discutimos los problemas de comodidad y adherencia, advertimos sobre las máscaras oculares ajustadas y ofrecemos un plan simple paso a paso para probar nuevas posturas para dormir y verificar el efecto (por ejemplo, con un tonómetro doméstico si tiene uno).

Dormir de Lado y el Ojo Dependiente

Cuando se acuesta de lado, la gravedad y el flujo sanguíneo tienden a aumentar la presión en el ojo dependiente – el que está del lado de la almohada. En otras palabras, su ojo inferior suele tener una PIO más alta que su ojo superior. Múltiples estudios confirman este efecto del ojo dependiente. Por ejemplo, experimentos con voluntarios sanos y pacientes con glaucoma muestran que el ojo sobre el que se recuesta (el ojo dependiente) experimenta un aumento significativamente mayor de la PIO que el ojo superior (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Incluso en personas con un ojo peor (más dañado), ese ojo peor tendía a tener una presión más alta si coincidía con el lado de la almohada (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Otro estudio de pacientes con glaucoma que habitualmente dormían de un lado encontró que la PIO del ojo inferior aumentó aproximadamente +1.6 mmHg después de 30 minutos en esa posición (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). (En los ojos que se estaban deteriorando de ese lado, el aumento fue aún mayor, alrededor de +2.5 mmHg (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov).) Con el tiempo, tales picos de presión repetidos en un ojo podrían contribuir al empeoramiento del glaucoma en ese ojo.

La conclusión: si duerme de lado, el ojo de ese lado normalmente mostrará una presión más alta durante la noche. Los expertos a menudo recomiendan que los pacientes con glaucoma intenten evitar acostarse sobre el lado del ojo “malo”. Dormir boca arriba (con la cabeza elevada) mantiene ambos ojos nivelados y puede ayudar a limitar estos picos de presión asimétricos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

Por qué acostarse plano también eleva la PIO

Cabe señalar que incluso dormir en posición supina plana (acostado boca arriba o boca abajo) eleva la PIO en comparación con estar sentado. En el mismo estudio de elevación de la cabeza mencionado anteriormente, los investigadores encontraron que la PIO de pie/sentado era menor que la PIO acostado plano en todos los sujetos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto ocurre en parte porque acostarse aumenta la presión arterial en la cabeza y el corazón, y esto a su vez eleva la presión ocular. El efecto de acostarse plano es la razón por la cual simplemente elevar la cabeza puede reducir un poco la PIO, como veremos a continuación.

Elevación de la Cabeza y Reducción de la PIO

Se ha demostrado que dormir en una inclinación (cabeza arriba) reduce la PIO en una cantidad modesta. Un experimento clínico con pacientes durmiendo en un laboratorio encontró que una inclinación de la cabeza de 20° (lograda con una almohada de cuña) redujo la PIO nocturna promedio en aproximadamente 1.5 mmHg (alrededor del 9-10%) en comparación con acostarse completamente plano (europe.ophthalmologytimes.com). En ese estudio, 25 de 30 pacientes (más del 80%) tuvieron una PIO media más baja a 20°, y el 36.7% tuvo reducciones de más del 10% (europe.ophthalmologytimes.com). En números reales, la caída promedio fue de aproximadamente 1.56 mmHg para pacientes con glaucoma (de ~15–16 a ~14 mmHg) y 1.47 mmHg en personas sin glaucoma (europe.ophthalmologytimes.com). En términos sencillos, elevar la cabeza entre 20° y 30° redujo la presión ocular nocturna en aproximadamente uno o dos puntos en promedio, lo que puede ser una reducción adicional valiosa para alguien cuyo objetivo de reducción es del 20-30% del valor inicial.

Un ensayo separado en voluntarios sanos comparó dos formas de lograr una inclinación de la cabeza de 30°. Cuando los sujetos elevaron todo su cuerpo superior elevando la cabecera de la cama 30°, su PIO disminuyó significativamente en comparación con la posición plana (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Pero simplemente apilar almohadas comunes para obtener el mismo ángulo de 30° no redujo significativamente la PIO (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). (En ese estudio, el valor p fue solo de 0.06–0.09 para el método de apilamiento de almohadas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).) En otras palabras, una elevación robusta (elevación del armazón de la cama o una cuña firme) fue efectiva, mientras que una pila de almohadas blandas se colapsó demasiado para mantener el mismo resultado. Otro estudio en pacientes reales con glaucoma confirmó estos hallazgos: elevar la cabecera de la cama 30° redujo la presión ocular en aproximadamente 2.0 mmHg en promedio, mientras que usar múltiples almohadas no produjo una caída confiable (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). De hecho, más de un tercio de los pacientes experimentó un aumento de la presión cuando intentó apilar almohadas.

Estos datos nos indican que una verdadera posición de sueño inclinada (20–30°) puede ayudar a reducir la presión ocular por la noche. La forma más segura de lograr y mantener ese ángulo es generalmente con una almohada de cuña o una cama ajustable en lugar de almohadas sueltas.

Elevación de la Cabeza: ¿Almohadas, Cuñas o Camas?

Una vez que decida elevar la cabecera de su cama, ¿cómo hacerlo en la práctica? Aquí están los métodos comunes:

  • Almohada de Cuña: Es una almohada individual en forma de rampa (generalmente de espuma) que soporta su cabeza y la parte superior del torso. Una almohada de cuña es portátil y viene en ángulos fijos. Muchos pacientes con glaucoma la encuentran relativamente fácil de usar. La desventaja puede ser la comodidad: si la cuña es demasiado alta o demasiado firme, puede empujar su cabeza hacia adelante o causar tensión en el cuello. Los usuarios deben elegir una cuña con un ángulo moderado y combinarla con una almohada más plana para el soporte del cuello. Una vez colocada, una almohada de cuña proporciona una inclinación estable (a diferencia de las almohadas blandas que se colapsan) y debería mantener el ángulo previsto de 20 a 30° (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

  • Cama Ajustable: Es un armazón de cama motorizado que puede inclinar la sección de la cabecera hacia arriba. Los hospitales las usan a menudo, y algunas personas las tienen en casa. Una cama ajustable le permite seleccionar el ángulo exacto que desea, y muchos la encuentran cómoda porque todo su cuerpo superior está apoyado. Es efectiva para mantener tanto la cabeza como el torso elevados. El inconveniente es práctico: las camas ajustables son caras y voluminosas. También inclinan el colchón, no solo su almohada, lo que puede desplazar a los compañeros de cama o requerir sábanas diferentes. (Sin embargo, proporcionan una elevación controlada con precisión, lo cual es ideal para la reducción de la presión (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).)

  • Pilas de Almohadas: Un método sencillo de “hágalo usted mismo” es apilar dos o más almohadas debajo de su cabeza/hombros. Esto no tiene costo adicional, pero tiene inconvenientes. En la práctica, las pilas de almohadas a menudo se comprimen o deslizan durante la noche, por lo que el ángulo puede fluctuar. Como se señaló anteriormente, los estudios encontraron que incluso si apila almohadas para alcanzar ~30°, los ojos pueden no obtener tanto beneficio como con una inclinación mecánica (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Algunas personas encuentran las pilas de almohadas menos cómodas o seguras, y pueden despertarse a mitad de la noche necesitando volver a apilarlas. En resumen, las pilas de almohadas a veces funcionan hasta cierto punto, pero son el método menos confiable para reducir la PIO.

Comodidad y Adherencia del Paciente: En última instancia, cualquier método solo ayuda si puede mantenerlo. No existen ensayos formales de adherencia en pacientes con glaucoma, pero se pueden extraer lecciones de campos relacionados. Por ejemplo, en hospitales donde las enfermeras monitorean la inclinación de la cabecera de la cama por razones médicas, los pacientes a menudo no pueden mantener la elevación completa constantemente sin recordatorios (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). En casa, la comodidad se vuelve clave. Algunos pacientes adoran la suave inclinación de una cuña y reportan un mejor sueño después de ajustar su configuración, mientras que otros abandonan la idea porque se despiertan con el cuello rígido o tosiendo (debido a la inclinación). Las camas ajustables pueden ser excelentes, pero solo si su presupuesto y el espacio del dormitorio lo permiten. Las pilas de almohadas son fáciles de probar, pero pueden sentirse endebles.

En la práctica, los pacientes a menudo experimentan para encontrar lo que funciona: usar una cuña más delgada, añadir un cojín cervical o arreglar almohadas debajo de la espalda para no deslizarse hacia abajo. Ayuda aumentar gradualmente la elevación (por ejemplo, de una cuña de 30cm a una de 40cm) en lugar de pasar directamente a un ángulo pronunciado. Tenga en cuenta que su pareja o cónyuge podría adoptar diferentes posiciones durante la noche, por lo que establecer límites firmes (por ejemplo, dormir de lado más cercano a la pared) también puede ayudarle a mantener una inclinación estable.

Antifaces para Dormir y Presión en los Párpados

Muchas personas usan antifaces o protectores oculares para dormir (para bloquear la luz). Sin embargo, cualquier antifaz o gafas ajustadas que presionen los ojos o los párpados podrían elevar la PIO debido a la presión externa. De hecho, los investigadores han demostrado que simplemente girar la cabeza hacia una almohada (sueño simulado) puede aumentar la PIO en 20–28 mmHg solo por la compresión del párpado (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Eso es enorme, aproximadamente duplicando la presión interna en algunos casos, hasta que se alivia la presión. De manera similar, se sabe que las gafas de natación ajustadas elevan la presión ocular (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

Por lo tanto, tenga cuidado con los dispositivos oculares ajustados por la noche. Deben evitarse los antifaces o bandas para la cabeza rígidos y gruesos que presionan los ojos. Si necesita oscuridad, elija un antifaz holgado que solo cubra pero no apriete. También existe la idea de usar un protector ocular para dormir (una máscara hueca 3D o un soporte de borde orbital) para mantener el material alejado de los párpados; un estudio encontró que usar dicho protector redujo la tensión en el ojo al dormir de lado (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). En resumen: no permita que su antifaz para el eczema se convierta en un manguito de presión en su ojo. Un antifaz suave y delicado que apenas toque su rostro es lo más seguro.

Paso a Paso: Intentando Cambios en la Postura al Dormir

Si usted (o su médico) desea intentar ajustar la postura al dormir para ayudar a reducir la presión ocular, aquí tiene una hoja de ruta sencilla:

  1. Hable con su Oftalmólogo: Antes de realizar grandes cambios, informe a su oftalmólogo u optometrista. Pregúnteles si creen que la postura al dormir podría ayudar en su caso específico. Podrían tener registros de sus fluctuaciones de PIO o el progreso de su campo visual, y pueden aconsejarle si los cambios de postura tienen sentido para usted.

  2. Medición de Referencia: Si es posible, hágase medir la PIO diurna antes y después de una noche de sueño con la cabeza elevada. Si tiene un tonómetro doméstico (ver más abajo), intente medir su PIO en su posición habitual en la cama durante una semana para ver su rango normal. (Si no, anote cómo se siente su visión o comodidad, y use las lecturas del consultorio de su médico).

  3. Obtenga un Soporte Inclinado: Elija una almohada de cuña o una plataforma ajustable para elevar su cabeza. Apunte a una inclinación de aproximadamente 20–30 grados. (Una almohada de cuña de 7 a 12 pulgadas generalmente proporciona ~20–30° dependiendo de su altura). Colóquela de manera que su cabeza, cuello y hombros descansen sobre la inclinación. Si no tiene una cuña, comience apoyando varias almohadas de forma segura.

  4. Pruebe Posiciones para Dormir:

    • Dormir boca arriba (supino): Vea cómo se siente acostado boca arriba en la inclinación. Esto distribuye uniformemente la presión y a menudo maximiza la caída de la PIO.
    • Dormir de lado: Si debe dormir de lado, asegúrese de mantener el ojo superior sobre la almohada. Esto significa evitar acostarse sobre el ojo con mayor daño en el nervio óptico. También puede usar una toalla plana o un pequeño soporte debajo de su hombro para que su cara no se presione fuertemente contra la cama.
    • Alterne los lados: Si habitualmente duerme de un lado, intente alternar los lados entre noches o cada pocas horas. Esto evita que un ojo esté hacia abajo toda la noche.
  5. Monitoree la Comodidad: ¿Cómo se siente la nueva posición? ¿Se despierta con tensión en el cuello, congestión nasal o problemas de ronquidos controlados? Ajuste el ángulo o agregue un cojín cervical según sea necesario. Puede tomar una o dos semanas adaptarse. Mantenga un diario de sueño durante unas noches, anotando la comodidad, la calidad del sueño y cualquier visión borrosa o dolor de cabeza matutino.

  6. Mida su PIO (si puede): Si tiene acceso a un tonómetro doméstico (ver más abajo), tome lecturas cada noche y mañana en su nueva posición. Busque cualquier tendencia a la baja en comparación con antes. Si no tiene un dispositivo, puede programar un bloque de monitoreo de PIO de 24 horas en un laboratorio del sueño o clínica. De lo contrario, pida a su médico que mida la PIO en diferentes momentos (medianoche, 2 a.m., etc.) si es necesario.

  7. Revise y Ajuste Antifaz o Equipo: Asegúrese de que cualquier parche o antifaz ocular esté holgado o levantado de los párpados. Verifique que su almohada no presione el área de sus ojos en absoluto. Si la presión sobre los párpados era notable, intente usar un protector hueco o simplemente una diadema muy suave.

  8. Seguimiento: Después de unas semanas, informe a su médico. Comparta cualquier registro de PIO casera o simplemente describa los cambios en la visión matutina o los hallazgos del examen. Juntos pueden decidir si continuar con el nuevo hábito de sueño es beneficioso.

Monitoreo Casero con Tonometría

Muchas personas se preguntan si pueden “probar” estos cambios en casa. Hoy en día existen dispositivos como el tonómetro de rebote iCare HOME (aprobado por la FDA) que permiten a los pacientes medir la PIO por sí mismos. Estos tonómetros domésticos pueden registrar patrones fuera del horario de consulta (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Un estudio mostró que aproximadamente el 72-82% de los pacientes podía aprender a usar iCare HOME correctamente con algo de entrenamiento (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Si alquila o compra uno, normalmente tomaría varias lecturas al día (incluso en posición supina, ya que iCare funciona en cualquier posición) y luego descargaría los datos para mostrárselos a su médico.

Tenga en cuenta que las lecturas del tonómetro doméstico pueden diferir un poco de las mediciones de Goldmann en el consultorio (pmc.ncbi.nlm.nih.gov), pero siguen siendo muy útiles para identificar tendencias. Usando un tonómetro doméstico, podría literalmente dormir en su nueva posición y ver si sus valores de PIO nocturna parecen más bajos que con sus almohadas antiguas. (Su médico podría prestarle uno por unos días para realizar pruebas). Si la tonometría casera no está disponible, concéntrese en los chequeos programados regularmente e informe al médico que ha cambiado sus hábitos de sueño, para que puedan interpretar los resultados en contexto.

Conclusión

Pequeños cambios en la postura al dormir pueden tener un efecto medible en la presión ocular. Dormir con la cabeza elevada (20–30°) suele reducir la PIO en aproximadamente 1–2 mmHg o alrededor del 10% (europe.ophthalmologytimes.com), y dormir plano o boca abajo la aumenta. De manera similar, si se acuesta de lado, el ojo inferior tiende a experimentar picos de presión más altos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). Usar una almohada de cuña firme o una cama ajustable inclinada es generalmente más confiable que equilibrar almohadas sueltas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). La comodidad y la consistencia son importantes: elija el método con el que realmente pueda dormir cada noche. Además, evite cualquier antifaz ajustado que presione sus ojos, ya que la presión externa puede anular estos beneficios. Al ajustar cuidadosamente su configuración de sueño y, si es posible, monitorear su propia PIO en casa, puede agregar esta estrategia al cuidado de su glaucoma. Siempre discuta tales cambios con su oftalmólogo, ya que ellos pueden ayudarlo a interpretar sus lecturas de presión ocular y adaptar el consejo a su condición.

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Este artículo es solo para fines informativos y no constituye consejo médico. Consulte siempre a un profesional de la salud calificado para el diagnóstico y tratamiento.
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