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Midiendo lo que importa: Más allá de los campos visuales hacia la visión funcional

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Midiendo lo que importa: Más allá de los campos visuales hacia la visión funcional
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Midiendo lo que importa: Más allá de los campos visuales hacia la visión funcional

Introducción

La vista es más que letras en una tabla. Si bien la prueba de campo visual es el estándar de oro para el glaucoma y otras enfermedades oculares, los pacientes a menudo notan problemas de visión en la vida diaria antes de que cambien las pruebas estándar. Por ejemplo, las personas pueden tener dificultades para leer un libro con poca luz o sentirse inseguras al conducir de noche, incluso si su agudeza visual de Snellen o su campo visual son “normales”. En este artículo, exploramos las evaluaciones de la visión funcional más allá de la perimetría de rutina (pruebas de sensibilidad al contraste, velocidad de lectura e incluso la capacidad de conducir) y mostramos cómo revelan la pérdida de visión en el mundo real de manera más temprana. También revisamos las nuevas plataformas de campo visual en el hogar y explicamos cómo rastrear sus resultados a lo largo del tiempo junto con los escaneos OCT. Comprender estas herramientas ayuda a detectar el deterioro de la visión antes y muestra cómo los impedimentos afectan la calidad de vida. Es importante destacar que ofrecemos consejos prácticos para que los médicos puedan integrar estas pruebas adicionales en las citas sin abrumar a los pacientes o al personal.

Límites de la prueba de campo visual estándar

La perimetría estándar (prueba de campo visual) mapea qué tan bien ve en muchos puntos de cada ojo. Si bien es crucial, la perimetría tiene límites. Se realiza en una sala de examen tranquila en una pantalla iluminada, lo que podría no detectar todos los problemas que enfrentan las personas. Por ejemplo, un paciente con glaucoma puede pasar una prueba de campo pero aún tener problemas para conducir bajo el sol brillante o leer letra descolorida. La investigación muestra que las pruebas rutinarias como las tablas de agudeza visual o la perimetría básica no siempre predicen qué tan seguro conducirá alguien (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). De hecho, un estudio señala que las tablas y campos rápidos de alto contraste se centran en condiciones ideales, mientras que las tareas del mundo real (conducir de noche o en el tráfico) implican movimiento, bajo contraste y atención dividida (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Debido a que la visión cotidiana implica más que tablas estacionarias, necesitamos pruebas complementarias de visión funcional, medidas vinculadas a las actividades diarias.

Evaluaciones clave de la visión funcional

Pruebas de sensibilidad al contraste

La sensibilidad al contraste (SC) mide qué tan bien puede distinguir los tonos claros y oscuros, no solo las letras negras sobre blanco. Esto refleja tareas cotidianas como ver un bordillo con poca luz o detectar un coche gris en una carretera con niebla. A menudo se prueba con tablas (p. ej., Pelli-Robson) que usan letras de contraste decreciente. La sensibilidad al contraste tiende a disminuir temprano en enfermedades como el glaucoma o la degeneración macular, a veces antes de que cambien las pruebas estándar (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Un estudio de 2024 explica que la disminución de la SC puede explicar muchas quejas de visión que la agudeza estándar no detecta (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). La SC es vital para la movilidad y la conducción seguras: como señala una revisión, se “refiere a la capacidad de discernir visualmente objetos de su fondo y es un componente crítico de la movilidad, la estabilidad y la conducción segura” (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En la práctica, una prueba rápida de SC se puede realizar en uno o dos minutos. Las puntuaciones bajas de SC pueden alertar a los médicos sobre una pérdida funcional temprana; por ejemplo, un estudio clásico encontró que una prueba de SC medida con osciloscopio detectó discapacidad en el glaucoma temprano antes de que cambiaran los campos visuales (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

Evaluaciones de la velocidad de lectura

La velocidad de lectura es otra medida práctica de la visión. Pruebas como las tablas MNREAD o IReST cuantifican cuántas palabras por minuto puede leer una persona cómodamente con una fuente fija. La lectura utiliza la visión central fina y los movimientos oculares, por lo que puede ralentizarse incluso si el campo periférico está en gran parte intacto. En un estudio sobre el envejecimiento ocular, los pacientes con glaucoma con enfermedad bilateral más avanzada leían entre 30 y 35 palabras por minuto más lento que aquellos sin glaucoma (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Ese estudio definió la lectura “deteriorada” como menos de 90 palabras/min; muchos pacientes con glaucoma cayeron por debajo de esto a pesar de una pérdida de campo leve. Otra investigación muestra una falta de concordancia entre lo que los pacientes sienten acerca de su capacidad de lectura y la velocidad medida (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En un ensayo, algunos pacientes leyeron lentamente en las pruebas pero reportaron solo una ligera dificultad, o viceversa, lo que subraya por qué son importantes tanto las pruebas objetivas de velocidad de lectura como los cuestionarios para pacientes (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Clínicamente, cronometrar un párrafo en voz alta es rápido y puede señalar problemas de visión central o retrasos en el procesamiento visual. Si los resultados se ralentizan con el tiempo, sugiere que la visión está empeorando incluso si la agudeza y los campos parecen estables.

Simulación de conducción y métricas en carretera

Conducir es una tarea visual compleja que involucra la visión periférica, la sensibilidad al deslumbramiento y la toma rápida de decisiones. Las pruebas de simulación de conducción ofrecen una forma de medir cómo la pérdida de visión se traduce en el rendimiento de la conducción en el mundo real. La investigación que utiliza simuladores de conducción encuentra que estas pruebas “pueden usarse como una prueba basada en el rendimiento para la evaluación del deterioro funcional” en el glaucoma y otras enfermedades oculares (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En otras palabras, al recrear calles y peligros en una computadora, los médicos pueden ver directamente si una persona reacciona más lentamente o no ve las señales de alto y a los peatones. Por ejemplo, estudios en pacientes con glaucoma han demostrado que responden más lentamente a los peligros y realizan más desviaciones de carril que los conductores sanos, incluso si la agudeza visual era similar. Es importante destacar que las pruebas visuales clínicas estándar (agudeza de Snellen, tablas de contraste simples o pruebas de campo) a menudo no logran predecir la verdadera seguridad al conducir (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Como señala una revisión, esas pruebas rápidas “pueden no ser fuertes predictores de la seguridad al conducir”, por lo que los simuladores llenan este vacío. La disponibilidad de simuladores de conducción varía, y muchos aún son herramientas de investigación, pero incluso hacer preguntas específicas sobre la conducción (deslumbramiento nocturno, dificultad para notar coches) es valioso. Algunas clínicas también utilizan pruebas como la prueba de Campo Visual Útil (UFOV) en una computadora para evaluar la velocidad de procesamiento visual, que se relaciona fuertemente con el riesgo de accidentes. En resumen, las métricas relacionadas con la conducción (ya sean cuestionarios o pruebas simuladas) pueden descubrir limitaciones de visión que importan para la independencia mucho antes de que un defecto de campo sea grave (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

Dispositivos emergentes de monitoreo de campo visual en el hogar

Nueva tecnología permite a los pacientes medir la visión en casa entre visitas. Estas herramientas basadas en teléfonos inteligentes o tabletas hacen posible el monitoreo frecuente. Para el glaucoma, plataformas como Melbourne Rapid Fields (MRF), Eyecatcher y VF-Home permiten a los pacientes verificar partes de su campo visual usando una tableta o un casco de realidad virtual. Varios estudios informan que estas pruebas caseras arrojan resultados muy similares a la prueba de campo de Humphrey en la clínica (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En la práctica, un paciente puede realizar una prueba de campo en casa en la pantalla de su computadora o teléfono, y los datos se envían a su médico. Los investigadores han encontrado que los pacientes están dispuestos a hacer esto regularmente: por ejemplo, las pruebas mensuales en casa con el programa Eyecatcher fueron bien aceptadas, con un rendimiento muy cercano a los exámenes clínicos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Una ventaja importante es la frecuencia: con las pruebas en casa, un paciente puede realizar más pruebas al año que los uno o dos campos clínicos habituales. El modelado muestra que esto detecta cambios más rápidos antes. De hecho, una revisión sistemática señala que el uso de pruebas caseras mejoró significativamente la detección temprana de la pérdida rápida del campo, simplemente al permitir más pruebas por año (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

Los estudios de telemedicina también reportan una alta adherencia y satisfacción. Los dispositivos domésticos fueron “factibles y fiables para el uso en el hogar con buena adherencia del paciente” y no sufrieron mucho por distracciones o cambios de iluminación (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Los pacientes se sintieron en control y las clínicas vieron menos citas perdidas. Por supuesto, las clínicas aún deben programar exámenes de campo presenciales ocasionales para confirmación, pero el monitoreo en el hogar puede reducir los tiempos de viaje y espera mientras se mantiene una vigilancia más estrecha sobre el cambio de visión (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En resumen, la prueba de campo basada en el hogar es una herramienta emergente que ayuda a cerrar las brechas entre citas.

Interpretación de datos basados en el hogar y la clínica con OCT

Las pruebas de visión en casa y las pruebas clínicas tradicionales se pueden graficar juntas a lo largo del tiempo. Los médicos a menudo siguen las tendencias: por ejemplo, los escaneos OCT seriados del nervio óptico o la mácula se grafican para ver si las capas de fibras nerviosas se están adelgazando. Las mediciones funcionales se pueden añadir a estos gráficos de tendencias. Si las pruebas de campo en casa de un paciente muestran un declive constante y el OCT muestra adelgazamiento, esa doble señal refuerza la confianza de una verdadera progresión. Algunas investigaciones recientes incluso han combinado datos de OCT con datos de campo en modelos para detectar la progresión más rápido (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por el contrario, si el OCT cambia pero los campos permanecen planos, podría indicar que se deben realizar de nuevo pruebas más sensibles (como contraste o lectura), o simplemente que se necesita un mayor seguimiento. En la práctica, las clínicas pueden mostrar las tendencias tanto del OCT como del campo (o prueba en casa) en una sola pantalla. Esta visión holística ayuda a evitar la dependencia de un solo número. (Por ejemplo, las imágenes OCT a veces detectan el adelgazamiento del nervio óptico años antes de que aparezca cualquier pérdida de campo (pmc.ncbi.nlm.nih.gov), por lo que detectar una pequeña disminución en el OCT podría impulsar un monitoreo más frecuente). Al seguir los números de los pacientes a lo largo del tiempo, ya sea del Humphrey de la clínica, una aplicación en casa o ambos, los médicos pueden tomar decisiones más informadas.

Medidas funcionales y calidad de vida

Las puntuaciones de visión funcional a menudo se correlacionan estrechamente con la calidad de vida de un paciente. En el glaucoma temprano o la degeneración macular, las personas con frecuencia se quejan de problemas de visión incluso cuando las tablas se ven bien (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por ejemplo, pacientes en un estudio comunitario reciente reportaron dificultades de visión a pesar de una agudeza normal. Los autores señalaron que la sensibilidad al contraste probablemente explicaba muchas quejas no captadas por las pruebas estándar (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En otra encuesta a pacientes con glaucoma, más de la mitad informó algunas dificultades de conducción que involucraban el deslumbramiento o la visión nocturna, mientras que el 22% tuvo problemas con tareas que requerían una buena visión periférica (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Notablemente, muchos de esos conductores solo tenían una pérdida de campo moderada, lo que sugiere que notaron problemas antes de que la prueba señalara un defecto severo. Del mismo modo, los pacientes a menudo reportan problemas para leer letra pequeña o escanear menús, lo que se manifiesta como una velocidad de lectura más lenta en las pruebas. Estas quejas del mundo real pueden aparecer cuando la enfermedad aún es leve. Al incluir pruebas funcionales, los médicos pueden “descubrir” estos impactos en la calidad de vida antes. En otras palabras, las dificultades diarias de un paciente (dificultad para leer los ingredientes de una etiqueta, por ejemplo) pueden medirse y rastrearse objetivamente mucho antes de una pérdida de visión grave. Esta visión temprana puede impulsar cambios en el tratamiento para preservar la independencia.

Integración de pruebas funcionales en la atención rutinaria

La incorporación de estas pruebas adicionales en una clínica oftalmológica concurrida requiere una estrategia. Aquí hay un marco práctico:

  • Historial del paciente y cuestionarios: Comience por hacer preguntas específicas en cada visita. Preguntas sencillas como “¿Tiene problemas para leer o conducir de noche?” o “¿Ve bien con poca luz?” pueden indicar qué pruebas usar. Se pueden ofrecer cuestionarios de visión (p. ej., partes del NEI-VFQ) en una tableta o en papel mientras los pacientes esperan.

  • Pruebas selectivas por indicación: No todos los pacientes necesitan todas las pruebas en cada visita. Decida según el riesgo y los síntomas. Por ejemplo, un sospechoso de glaucoma o un paciente temprano que reporte quejas visuales podría someterse a una prueba de tabla de sensibilidad al contraste (que toma solo ~2 minutos) y una breve tarea de lectura. Si alguien conduce regularmente, considere un UFOV rápido o al menos documente su comodidad al conducir. Para pacientes estables sin quejas, estas pruebas pueden espaciarse (p. ej., visitas alternas). Los estudios muestran que incluso realizar una prueba funcional una vez al año puede detectar cambios que los campos solos no detectan (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

  • Uso de técnicos y herramientas: La delegación ayuda a evitar la sobrecarga. Técnicos capacitados pueden administrar pruebas de contraste o velocidad de lectura durante la evaluación de la visión. Muchas clínicas ahora tienen iPads o dispositivos de realidad virtual; pueden ejecutar aplicaciones de campo basadas en el hogar o UFOV mientras el paciente espera. Mantener un registro con los resultados (en papel o electrónico) facilita la interpretación.

  • Integración del monitoreo en el hogar: Proporcione a los pacientes adecuados instrucciones sobre las pruebas en casa. Muchos pueden aprender una aplicación de campo visual para smartphone en la clínica y realizar pruebas de referencia. Pídales que traigan los resultados (o que envíen los datos) a cada visita. Se ha demostrado que las mediciones en el hogar tienen una buena adherencia cuando los pacientes saben que son importantes (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). De esta manera, el médico obtiene promedios o tendencias de los chequeos mensuales en el hogar, reduciendo la necesidad de pruebas de campo adicionales en la consulta.

  • Revisión y documentación de datos: Entre visitas, muestre las tendencias tanto de la imagen como de la función. Por ejemplo, en el registro muestre un gráfico del espesor de la capa de fibras nerviosas de la retina (OCT) y superponga la sensibilidad media del campo Humphrey/simulado. De manera similar, anote la puntuación de contraste a lo largo del tiempo. Si aparece una caída dramática (confirmada en la repetición), programe una intervención. Este registro combinado ayuda a detectar la progresión: un análisis encontró que añadir datos de campo en casa a las pruebas clínicas “redujo el error de medición” y detectó cambios más rápido (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).

Estos pasos permiten añadir pruebas funcionales de manera específica. La clave es el equilibrio: utilice pruebas cortas generosamente cuando puedan impactar la gestión, y confíe en pruebas remotas o selectivas para evitar ralentizar el flujo de la clínica.

Conclusión

La prueba de campo visual estándar sigue siendo esencial, pero una imagen más completa de la vista proviene de cómo las personas usan su visión en la vida. La sensibilidad al contraste, la velocidad de lectura y las pruebas de simulación de conducción detectan desafíos cotidianos que los campos y la agudeza pueden pasar por alto. Las nuevas herramientas de teleoftalmología permiten a los pacientes verificar su vista en casa, brindando a los médicos más datos sin citas clínicas adicionales (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Cuando todas estas medidas funcionales se rastrean a lo largo del tiempo junto con las imágenes OCT, podemos identificar el deterioro de la visión y los impactos en la calidad de vida mucho antes. El uso de estas herramientas debe adaptarse: pruebas cortas y cuestionarios para aquellos con enfermedad temprana o quejas, y monitoreo en el hogar para pacientes de alto riesgo. Este enfoque centrado en el paciente no solo detecta cambios sutiles antes, sino que también alinea la atención clínica con lo que realmente importa a los pacientes: la capacidad de leer, conducir y vivir de forma segura. Al “medir lo que importa”, los clínicos pueden intervenir antes para preservar la visión y la independencia, manteniendo al mismo tiempo la carga de trabajo de la clínica manejable.

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Este artículo es solo para fines informativos y no constituye consejo médico. Consulte siempre a un profesional de la salud calificado para el diagnóstico y tratamiento.
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