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velocidad de lectura
La velocidad de lectura es la rapidez con la que una persona puede leer un texto manteniendo un nivel adecuado de comprensión, habitualmente expresada en palabras por minuto. No solo depende de la agudeza visual; influyen la comprensión lectora, la familiaridad con el vocabulario, la complejidad del texto, la concentración y el estado de fatiga. Problemas visuales como baja agudeza, mala iluminación, o dificultades para seguir líneas pueden reducir la velocidad de lectura. Evaluar esta medida ayuda a identificar si la lectura lenta se debe a una cuestión visual, cognitiva o educativa. Importa en la escuela y el trabajo porque afecta el aprendizaje, la productividad y la capacidad para procesar información en el día a día. Si la velocidad es baja, existen intervenciones útiles: entrenamiento de lectura, adaptación del tamaño y contraste del texto, ayudas tecnológicas como lectores en voz alta, o terapia específica para problemas de aprendizaje. Mejorar la velocidad de lectura suele elevar también la confianza y la eficiencia en tareas que requieren leer. Por eso, es un indicador práctico de cómo la visión y otras habilidades influyen en actividades cotidianas.