Catequinas del Té Verde (EGCG) para la Salud Neurovascular en el Glaucoma y el Envejecimiento
EGCG y la Salud Neurovascular en el Glaucoma y el Envejecimiento
Las culturas del té verde han valorado durante mucho tiempo las catequinas de su té —especialmente el epigalocatequina-3-galato (EGCG)— por promover la salud. La investigación moderna sugiere que los potentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios y vasodilatadores del EGCG podrían beneficiar el sistema neurovascular en el glaucoma y el envejecimiento. En el glaucoma, las células ganglionares de la retina (CGR) degeneran bajo estrés, y la presión intraocular (PIO) aumenta debido a la disfunción de la malla trabecular (MT). Revisamos estudios en animales y células sobre el EGCG en la supervivencia de las CGR, la matriz extracelular de la MT (MMPs) y el flujo sanguíneo, luego resumimos los datos humanos limitados sobre la visión y la estructura ocular. Conectamos estos hallazgos con los efectos conocidos del EGCG en el envejecimiento cardiovascular y cognitivo, y discutimos su biodisponibilidad, contenido de cafeína y seguridad.
Protección de las Células Ganglionares de la Retina (Preclínica)
Los estudios preclínicos muestran consistentemente que el EGCG ayuda a la supervivencia de las CGR después de una lesión o una PIO elevada. En un modelo de glaucoma en ratones (PIO alta inducida por microesferas), el EGCG oral (50 mg/kg·d) preservó la densidad de CGR: los ratones tratados tuvieron significativamente más CGR marcadas con fluorogold que los controles no tratados (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). En ratas con elevación aguda de la PIO, el tratamiento con EGCG redujo notablemente el daño del nervio óptico y las citoquinas inflamatorias. Por ejemplo, en un estudio, el EGCG redujo la IL-6, el TNF-α y otras señales inflamatorias, e inhibió la activación de NF-κB, atenuando así los síntomas del glaucoma y la lesión de las CGR (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Estos efectos neuroprotectores probablemente derivan de la capacidad del EGCG para eliminar los radicales libres y bloquear las vías de estrés (por ejemplo, activando Nrf2/HO-1 en modelos de isquemia (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)). En cultivo celular, el EGCG bloqueó el estrés oxidativo y ultravioleta en líneas de CGR. Así, múltiples líneas de evidencia indican que el EGCG puede mitigar la degeneración de las CGR en modelos animales de glaucoma o lesión del nervio óptico (a menudo a través de mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios) (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Malla Trabecular y Salida del Humor Acuoso
Las MMP (metaloproteinasas de matriz) regulan la matriz extracelular de la MT y, por lo tanto, la salida del humor acuoso y la PIO. Una actividad adecuada de las MMP “eleva la salida del humor acuoso, reduciendo la PIO”, mientras que la reducción de las MMP aumenta la resistencia al flujo de salida (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). El EGCG y otras catequinas son moduladores conocidos de las MMP. Por ejemplo, el tratamiento con catequinas puede suprimir la expresión de MMP-9 en humanos (por ejemplo, reduciendo la MMP-9 en la hipertensión) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En modelos oculares, el EGCG tiene efectos antifibróticos y citoprotectores en las células de la MT. Zhou et al. encontraron que 40 μM de EGCG mejoraron drásticamente la supervivencia de las células de la MT humana y porcina bajo estrés del RE: el EGCG redujo los marcadores de estrés (ATF4, HSPA5, DDIT3) en un ~50-70% y rescató la viabilidad celular (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Al reducir la disfunción de las células de la MT, el pretratamiento con EGCG puede ayudar a mantener un flujo de salida normal. De manera similar, el EGCG inhibió fuertemente los cambios fibróticos inducidos por TGF-β1 en fibroblastos de Tenon humanos: las células tratadas mostraron una expresión drásticamente menor de actina de músculo liso α y colágeno (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). Esto sugiere que el EGCG puede atenuar la deposición de ECM, lo que en la MT preservaría el lumen. En resumen, los datos preclínicos implican que las acciones antioxidantes/antifibróticas del EGCG protegen las células de la MT y podrían facilitar la eliminación del humor acuoso, complementando su potencial para reducir la PIO (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Perfusión Ocular y Efectos Vasculares
El EGCG tiene propiedades vasoactivas que pueden mejorar la perfusión ocular. Mecánicamente, el EGCG activa la óxido nítrico sintasa endotelial (eNOS) y aumenta la producción de óxido nítrico (NO) a través de las vías PI3K/Akt (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto provoca vasodilatación y mejora la microcirculación. En la retina, el flujo sanguíneo mejorado mediado por NO suministra oxígeno y nutrientes a las neuronas. Como señala una revisión, el EGCG “activando la eNOS… mejorando la producción de NO” conduce a una mejor perfusión sanguínea “particularmente a los tejidos neurales como la retina (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).” Dicha perfusión mejorada podría contrarrestar el compromiso microvascular observado en el glaucoma y el envejecimiento. En modelos animales, el EGCG no solo fortaleció la integridad de la barrera hematorretiniana, sino que normalizó la perfusión coroidea al regular a la baja el VEGF bajo estrés (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por lo tanto, los beneficios endoteliales sistémicos del EGCG (reducción de la endotelina-1, aumento de la cGMP, reducción del daño endotelial oxidativo) probablemente se traducen al ojo, preservando la presión de perfusión ocular y la circulación retiniana (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Evidencia Humana: Función Visual y Estructura
Muy pocos ensayos en humanos han probado EGCG/té verde en el glaucoma. Un pequeño estudio cruzado (18 pacientes) encontró que el EGCG oral (cápsulas que sumaban ~200–800 mg/día durante 3 meses) mejoró la función retiniana interna. Las amplitudes del electroretinograma de patrón (PERG) aumentaron significativamente después de la suplementación con EGCG en comparación con el placebo (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov), lo que sugiere una mayor capacidad de respuesta de las CGR. Sin embargo, las pruebas estándar de campo visual (perimetría) no cambiaron, y los efectos fueron modestos. Es importante destacar que el estudio concluyó que, si bien el EGCG podría influir favorablemente en la función retiniana, “el efecto observado es pequeño” y los beneficios a largo plazo siguen sin probarse (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). Otro estudio en humanos (43 voluntarios sanos) mostró que el té verde agudo o 400 mg de EGCG redujeron significativamente la PIO en ~1,9–2,6 mmHg en 1–2 horas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto concuerda con los hallazgos de la MT anteriores (el EGCG puede relajar las vías de salida). No se informaron eventos adversos graves.
En general, los datos humanos son prometedores pero escasos y limitados a resultados a corto plazo. Todavía no hay evidencia de que el EGCG preserve el grosor de la CFNR (capa de fibras nerviosas de la retina), la estructura del nervio óptico o los campos visuales a largo plazo en pacientes. Los ensayos hasta la fecha han sido pequeños y con poca potencia estadística, centrándose en sustitutos funcionales (PERG, PIO). Se necesitan ensayos más grandes con resultados visuales y estructurales. Los hallazgos actuales deben ser vistos con cautela: los beneficios en el PERG o la PIO transitoria mejoran la salud metabólica pero no establecen una protección clínica contra el glaucoma (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Envejecimiento Cardiometabólico y Cognitivo Sistémico
Los beneficios oculares del EGCG reflejan sus efectos sistémicos, que están bien documentados en la salud cardiovascular y cognitiva en el envejecimiento. En humanos, la suplementación con EGCG (300 mg/día) mejora los perfiles lipídicos y de presión arterial. Por ejemplo, adultos obesos que tomaron EGCG durante 8 semanas tuvieron triglicéridos en ayunas y presión arterial sistólica y diastólica significativamente más bajos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En ratas y pequeños ensayos, el EGCG mejora la función endotelial y la sensibilidad a la insulina, y protege contra el daño vascular (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Estas acciones cardiometabólicas comparten vías con el glaucoma: un mejor flujo sanguíneo y una menor hipertensión alivian el estrés en el nervio óptico.
En cuanto al envejecimiento cognitivo, la epidemiología respalda un beneficio del té verde. Un amplio estudio en personas de 50 a 70 años encontró que los bebedores regulares de té verde obtuvieron puntuaciones más altas en pruebas de memoria y funciones ejecutivas, con biomarcadores de Alzheimer (β-amiloide, pTau) reducidos en sangre (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Específicamente, se ha demostrado en modelos animales que el EGCG inhibe la agregación de Aβ y la patología tau (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por lo tanto, las actividades relacionadas con la enfermedad de Alzheimer del EGCG pueden traducirse en la preservación de los centros de procesamiento visual. En resumen, las acciones cardiometabólicas y neuroprotectoras del EGCG fuera del ojo proporcionan un optimismo contextual: si el EGCG preserva los vasos sanguíneos y las neuronas sistémicamente, procesos comparables en la retina/nervio óptico pueden beneficiarse con la edad y en el glaucoma.
Biodisponibilidad y Formulación
Un desafío importante para la terapia con EGCG es su baja biodisponibilidad oral. Después de beber té, solo una pequeña fracción del EGCG llega a la circulación debido a la mala absorción y al rápido metabolismo (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Los estudios muestran que el ayuno aumenta drásticamente el EGCG en plasma: la ingestión de dosis constantes con el estómago vacío produjo un pico de EGCG ~3,5 veces mayor que con alimentos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). De hecho, la coingestión con una comida puede retrasar la absorción y reducir los niveles de EGCG en un ~70%, mientras que la coadministración con carbohidratos aumenta inesperadamente el área bajo la curva del EGCG en un ~140% (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por lo tanto, tomar catequinas entre comidas o con ciertos alimentos (azúcares de frutas) puede mejorar la absorción.
Se están investigando varias estrategias de administración. Las formulaciones liposomales o de nanopartículas pueden proteger el EGCG a través del intestino, y se están desarrollando profármacos de EGCG (EGCG per-acetilado) para mejorar la estabilidad y la entrega a los tejidos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Incluso medidas simples como añadir ácido ascórbico (vitamina C) o fosfolípidos pueden prolongar la vida media del EGCG. Hasta ahora, las cápsulas estándar de EGCG alcanzan bajos niveles plasmáticos micromolares; lograr concentraciones retinianas efectivas puede requerir dosis altas o formulaciones novedosas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Cafeína y Consideraciones de Seguridad
El té verde natural contiene cafeína (~30–40 mg por taza), lo que puede ser una preocupación en el glaucoma. A veces se ha informado que una alta ingesta de cafeína (por ejemplo, café fuerte) eleva la PIO en 1–2 mmHg brevemente (pmc.ncbi.nlm.nih.gov), aunque estudios controlados de cafeína pura no mostraron un cambio consistente en la PIO (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Es importante destacar que muchos suplementos de EGCG son prácticamente libres de cafeína: por ejemplo, una cápsula de 137 mg de EGCG contenía <4 mg de cafeína (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Así, tomar EGCG puro o té verde descafeinado minimiza cualquier efecto estimulante. Los pacientes sensibles a la cafeína (por ejemplo, con temblor severo o arritmia) podrían preferir extractos sin cafeína.
En cuanto a la toxicidad, el EGCG es generalmente seguro a niveles dietéticos. El consumo típico de té verde proporciona 90–300 mg de EGCG al día, e incluso los grandes bebedores de té rara vez superan los ~800 mg/día (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria señala que los suplementos de más de 800 mg de EGCG al día (especialmente con el estómago vacío) se han relacionado con elevaciones leves de enzimas hepáticas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En un análisis, el EGCG diario ≥800 mg causó ALT/AST estadísticamente más altos en algunos sujetos, mientras que dosis más bajas (≤300 mg) no mostraron toxicidad hepática (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por lo tanto, mantenerse por debajo de ~500 mg/día es prudente. A dosis normales, los principales efectos secundarios del EGCG son leves (malestar estomacal, dolor de cabeza). Raros informes de casos de hepatotoxicidad se dieron principalmente con extractos de dosis alta. En resumen, el EGCG en las dosis suplementarias habituales parece seguro, pero los pacientes con enfermedad hepática o que tomen medicamentos hepatotóxicos deben tener precaución y controlar la función hepática (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Conclusión
En resumen, el EGCG y las catequinas del té verde exhiben múltiples propiedades relevantes para la salud neurovascular en el glaucoma y el envejecimiento. La evidencia preclínica respalda sólidamente los efectos protectores del EGCG sobre las células ganglionares de la retina, las células de la malla trabecular (y su matriz) y el flujo sanguíneo ocular. Los datos humanos son limitados, pero sugieren posibles beneficios para la función retiniana y el control de la PIO. Sistémicamente, el EGCG también mejora los factores vasculares y metabólicos y puede proteger la función cognitiva, lo que se alinea con un enfoque holístico del envejecimiento saludable. Persisten importantes obstáculos: la baja biodisponibilidad del EGCG y la escasez de grandes ensayos clínicos. No obstante, dado su favorable perfil de seguridad a dosis moderadas, el EGCG (en té verde o en forma de extracto) es una estrategia complementaria prometedora. La investigación futura debería probar rigurosamente si estos hallazgos preclínicos se traducen en una desaceleración real de la progresión del glaucoma o de la pérdida de visión relacionada con la edad.
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