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Hábitos de hidratación: Picos de consumo de agua y cómo sorber de forma segura Mantenerse correctamente hidratado es crucial para la salud general, pero sorprendentemente, la forma en que bebemos agua puede afectar nuestros ojos. En oftalmología, la prueba de ingesta de agua (WDT) se ha utilizado durante mucho tiempo para provocar y estudiar los cambios en la presión intraocular (PIO) en pacientes...
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Comenzar prueba ahoraBeber agua es la acción básica de consumir líquidos para satisfacer la sed y mantener las funciones del cuerpo. Es la manera más directa y efectiva de reponer los líquidos que perdemos por la respiración, el sudor, la orina y la digestión. Tomar agua regularmente ayuda a mantener la concentración, prevenir el estreñimiento, regular la temperatura corporal y mantener la piel y las articulaciones en buen estado. No existe una única cantidad adecuada para todos; lo recomendable es prestar atención a las señales del cuerpo y a las condiciones personales como el calor y la actividad física. Beber antes, durante y después del ejercicio, así como antes de sentir mucha sed, suele ser una buena práctica para evitar la deshidratación. También es mejor elegir agua o bebidas con bajo contenido de azúcar en lugar de refrescos o jugos azucarados, que aportan calorías extra. Pequeños hábitos, como llevar una botella reutilizable, establecer recordatorios o beber un vaso al levantarse, facilitan mantener una ingesta constante. Evitar consumir grandes volúmenes de golpe puede ser preferible para personas con problemas renales o cardíacos; en esos casos conviene seguir las indicaciones médicas. En resumen, beber agua con regularidad y moderación es una de las formas más simples y eficaces de cuidar la salud diaria.
