Creatina y Amortiguación de Energía en Tejidos de la Retina y el Nervio Óptico
Introducción
Las células ganglionares de la retina (CGR) son las neuronas que envían señales visuales desde el ojo al cerebro. Dependen de un metabolismo de alta energía porque deben mantener señales eléctricas a largas distancias. En el glaucoma y las neuropatías ópticas relacionadas, la presión intraocular (PIO) elevada o el flujo sanguíneo deficiente pueden estresar a las CGR al limitar el oxígeno y los nutrientes. La evidencia emergente sugiere que las CGR bajo estrés inducido por presión sufren una falla energética temprana: sus niveles de ATP disminuyen antes de cualquier pérdida celular visible (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Por lo tanto, las terapias que aumentan la energía celular podrían proteger a las CGR de la degeneración. Un candidato es la creatina, un compuesto que las células utilizan para amortiguar la energía. Este artículo revisa cómo la creatina y su forma de alta energía, la fosfocreatina (PCr), apoyan a las CGR bajo estrés, y lo que esto podría significar para el glaucoma y el envejecimiento.
El Amortiguador de Energía Creatina-Fosfocreatina
La creatina es una molécula natural producida en el hígado, riñón y páncreas (a partir de arginina, glicina, metionina) y almacenada principalmente en los músculos (≈95%) y también en el cerebro y otros tejidos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Dentro de las células, la creatina se convierte de ida y vuelta en fosfocreatina (PCr) por la enzima creatina quinasa (CK). Este sistema PCr–CREATINA sirve como un amortiguador de energía: cuando el ATP se agota rápidamente (por ejemplo, durante la contracción muscular o la señalización neuronal), la PCr dona su fosfato al difosfato de adenosina (ADP) para reformar ATP. En pocas palabras, la PCr puede regenerar ATP mucho más rápido que las mitocondrias por sí solas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
En términos prácticos, a los pocos segundos de actividad intensa, el ATP de una célula en reposo se agota, pero el sistema CK interviene convirtiendo la PCr de nuevo en ATP para mantener estables los niveles de energía (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Después del estallido de actividad, el exceso de ATP puede recargar nuevamente la creatina en PCr para el siguiente ciclo. Este ciclo reversible convierte la creatina/PCr en una “reserva lista” de energía, especialmente importante en células con necesidades energéticas altas y rápidas (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Es importante destacar que este sistema existe no solo en los músculos, sino también en las células nerviosas. Las neuronas (incluidas las CGR) expresan isoformas de CK que les permiten utilizar la creatina. De hecho, las neuronas retinianas expresan predominantemente CK mitocondrial, mientras que las células gliales retinianas utilizan CK citosólicas (docslib.org). Al almacenar una reserva de PCr en las células, tejidos como la retina pueden obtener un suministro instantáneo de ATP cuando sea necesario.
Creatina en la Retina y el Nervio Óptico
Papel de la Creatina en el Metabolismo de las CGR
En la retina, las CGR tienen demandas de energía muy altas. Incluso los impulsos breves requieren una cantidad sustancial de ATP para las bombas de iones y la señalización. Cuando la PIO aumenta o el flujo sanguíneo disminuye, las CGR pueden volverse isquémicas, lo que significa que el oxígeno y los nutrientes no pueden satisfacer la demanda. En tales situaciones, la reserva de PCr es crucial. La investigación señala que cuando el flujo sanguíneo del nervio óptico es deficiente (como puede ocurrir en el glaucoma), los tejidos dependen de la PCr para evitar que los niveles de ATP colapsen (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En otras palabras, la fosfocreatina actúa como una “batería” de energía local de la que las CGR pueden echar mano durante el estrés (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
El trabajo experimental en otros nervios respalda esto: añadir creatina antes de una isquemia inducida protegió los axones cerebrales y previno el agotamiento del ATP (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Estos hallazgos sugieren que las CGR podrían beneficiarse de manera similar de un aporte extra de creatina bajo estrés inducido por la PIO. La idea es que si las CGR son más capaces de mantener el ATP a través del sistema CK–PCr, podrían resistir el daño y la muerte.
Estudios de Laboratorio sobre la Creatina y las Neuronas Retinianas
Varios estudios han probado el efecto de la creatina en las neuronas retinianas. En cultivos de células retinianas de rata, la adición de creatina al medio protegió a las neuronas (incluidas las CGR) de la muerte debido a toxinas metabólicas o excitotoxicidad por glutamato (docslib.org). En esos experimentos in vitro, la creatina redujo drásticamente la pérdida celular causada por venenos energéticos (como la azida de sodio) o por NMDA (un agonista del glutamato) (docslib.org). El bloqueo de la CK eliminó la protección, confirmando que el efecto se produjo a través del amortiguador de energía de la creatina (docslib.org). Estos resultados muestran que la creatina puede apoyar directamente a las neuronas retinianas cuando su producción de energía se ve deliberadamente afectada.
Sin embargo, traducir esto a ojos intactos ha sido un desafío. En modelos de rata viva de lesión retiniana (ya sea excitotoxicidad por NMDA o isquemia breve por PIO alta), la administración oral de creatina a los animales elevó los niveles de creatina retiniana, pero no mejoró significativamente la supervivencia de las CGR (docslib.org). En otras palabras, a pesar de que la creatina entró en la retina in vivo, no logró salvar a las CGR de una lesión aguda en esos estudios (docslib.org). Las razones de esta discrepancia no están del todo claras; pueden implicar diferencias en la administración, el momento o la gravedad de la lesión.
En general, los datos de laboratorio sugieren que si bien la creatina puede proteger las neuronas retinianas en condiciones controladas, su beneficio en modelos de glaucoma en animales completos no está probado. Esta brecha resalta la necesidad de más investigación sobre la dosificación de creatina, la formulación (para cruzar barreras o permanecer más tiempo) y el momento de administración en los tejidos oculares.
Otros Conocimientos de Modelos Neurodegenerativos
El potencial de la creatina va más allá del ojo. Ha sido ampliamente estudiada en otras condiciones neurológicas caracterizadas por la falla energética. Por ejemplo, la creatina muestra amplias acciones neuroprotectoras en modelos de accidente cerebrovascular e hipoxia cerebral (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). El interés clínico ha abarcado la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad de Alzheimer, e incluso trastornos psiquiátricos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). En modelos animales de Parkinson (con disfunción mitocondrial inducida por toxinas), la creatina dietética mejoró la supervivencia neuronal en estudios tempranos. En humanos, la creatina ha sido probada en ensayos clínicos para la EP y el deterioro de la memoria, dadas sus propiedades antioxidantes y amortiguadoras de ATP (pmc.ncbi.nlm.nih.gov).
Si bien estos campos están separados de la oftalmología, comparten un concepto clave: las neuronas que pierden el equilibrio energético tienden a morir. Si la creatina puede ralentizar la neurodegeneración en un sistema, puede ayudar en otro. Por lo tanto, las lecciones de los estudios del cerebro y la médula espinal apoyan la exploración de la creatina para la retina. De hecho, la nicotinamida (vitamina B3), que indirectamente aumenta la energía celular, ha demostrado proteger las CGR en modelos de glaucoma (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) – lo que sugiere que el apoyo metabólico puede ayudar a las CGR. La creatina es un candidato lógico en esta categoría.
Envejecimiento Sistémico y Beneficios Funcionales
Más allá de los ojos, la creatina tiene beneficios conocidos para el envejecimiento muscular y la función cerebral. En adultos mayores, la suplementación con creatina (a menudo combinada con ejercicio) mejora la masa muscular, la fuerza y la salud ósea (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Los meta-análisis de poblaciones mayores muestran que la creatina + el entrenamiento de resistencia aumentan significativamente la masa corporal magra y la masa muscular en comparación con el entrenamiento solo (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto puede traducirse en una mejor función física e independencia en los ancianos.
Cognitivamente, hay signos prometedores de que la creatina puede ayudar. El envejecimiento se asocia con una disminución natural en los niveles de creatina cerebral, y los ensayos han encontrado que las personas mayores que toman creatina a veces rinden mejor en pruebas de memoria o inteligencia. Una revisión señaló que la creatina “podría mejorar la cognición en sujetos mayores”, aunque los mecanismos no se entienden completamente (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Los datos de seguridad y eficacia sugieren que la creatina cruza la barrera hematoencefálica, por lo que eleva la PCr cerebral, así como la PCr muscular (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto ha llevado a los investigadores a proponer la creatina como un adyuvante en el deterioro cognitivo leve o la demencia temprana, aunque aún se necesitan ensayos grandes.
En resumen, la creatina no es solo para atletas; cada vez se la considera un potenciador de energía general para los tejidos que envejecen. Su trayectoria en la preservación de la función muscular y posiblemente cerebral apoya la idea de que “si funciona allí, quizás también ayude al nervio óptico estresado”.
Consideraciones de Seguridad: Efectos Renales y de Fluidos
La creatina es ampliamente utilizada y generalmente segura en las dosis recomendadas (típicamente una fase de carga de ~20 g/día durante una semana seguida de un mantenimiento de 3–5 g/día). Su perfil de seguridad ha sido cuidadosamente estudiado. El principal efecto observado en muchos estudios es un ligero aumento de peso, generalmente solo un par de kilogramos, debido a la retención de agua en los músculos (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). No aparecen consistentemente efectos secundarios dañinos graves en personas sanas.
Un gran meta-análisis de estudios (más de 400 sujetos) informó que, aparte del aumento de peso, no hubo diferencias en la hidratación o el volumen renal entre los usuarios de creatina y los controles (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). De hecho, el aumento del agua intracelular parece permanecer dentro de las células musculares, sin cambiar significativamente la presión arterial o el volumen del plasma sanguíneo (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Así, mientras los atletas especulaban sobre calambres o deshidratación, los datos controlados muestran que la creatina simplemente arrastra más agua hacia las células, algo que una hidratación y un seguimiento normales pueden manejar.
La preocupación más común se centra en la función renal. La descomposición de la creatina produce creatinina, un desecho normal. Los niveles de creatinina en sangre aumentan ligeramente después del uso de creatina, lo que puede simular un deterioro renal en las pruebas de laboratorio estándar. Sin embargo, la evidencia actualizada muestra que esto es un cambio de laboratorio benigno, no un daño real. Una revisión sistemática de 2025 encontró que la suplementación con creatina causó un aumento muy pequeño y transitorio de la creatinina sérica, pero no causó cambios en la tasa de filtración glomerular (TFG) (bmcnephrol.biomedcentral.com) (bmcnephrol.biomedcentral.com). En términos sencillos, los usuarios de creatina tuvieron un número de creatinina más alto en las pruebas de laboratorio (debido a una mayor renovación), pero sus riñones filtraban tan bien como los de los no usuarios. La conclusión: cuando se usa de manera responsable en adultos sanos, la creatina no daña la función renal (bmcnephrol.biomedcentral.com) (bmcnephrol.biomedcentral.com). Por supuesto, las personas con enfermedad renal preexistente deben consultar a un médico antes de usar cualquier suplemento.
El equilibrio de líquidos es otra consideración. Como se señaló, la creatina tiende a aumentar el agua corporal total – principalmente dentro de las células. Estudios tempranos mostraron que una semana de carga de creatina aumentaba significativamente el agua corporal total (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto generalmente no es peligroso; solo hace que los músculos se sientan más llenos. Un estudio poblacional reciente (datos dietéticos NHANES) examinó cómo diferentes ingestas dietéticas de creatina afectaban los marcadores de hidratación en miles de personas. Encontró que ingestas muy altas de creatina (por encima de los niveles dietéticos típicos) se asociaron en realidad con volúmenes de agua corporal total y líquidos ligeramente más bajos y cambios sutiles en la osmolalidad sanguínea (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Esto fue inesperado y sugiere que la relación entre la creatina y la hidratación es compleja. La conclusión para los pacientes es mínima: el uso modesto de creatina podría causar un poco de retención de agua, pero no debería deshidratar. Sigue siendo aconsejable beber cantidades normales de agua al tomar creatina, especialmente durante el ejercicio.
En términos de seguridad general, una revisión amplia de adultos mayores que tomaban creatina no encontró ningún aumento en ningún efecto secundario versus placebo (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). La creatina ha sido evaluada por organismos reguladores (por ejemplo, la FDA) y se confirma como segura para un uso saludable. Los problemas más frecuentemente reportados son malestar gastrointestinal leve (raro) o calambres musculares (discutido), pero estos no ocurren con más frecuencia que en los controles. Dado este historial de seguridad, añadir creatina en pacientes mayores para mejorar el equilibrio energético es una propuesta razonable, si se hace bajo supervisión médica.
Relevancia para el Glaucoma y Direcciones de Investigación
Aplicando esto al glaucoma: el glaucoma se entiende ahora no solo como presión alta, sino como una crisis energética crónica de las CGR. Estudios en modelos de ratón con glaucoma (por ejemplo, el ratón DBA/2J) muestran que la PIO alta y el envejecimiento agotan el ATP en el nervio óptico mucho antes de que las células mueran (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). La lógica es que reforzar el suministro de energía de las CGR podría ralentizar o prevenir la degeneración. La creatina, al reponer el ATP a través de la PCr, es un agente neuroprotector plausible en este contexto (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (docslib.org).
Para traducir esta idea, se necesita nueva investigación con puntos finales y biomarcadores específicos centrados en el ojo. Las recomendaciones clave incluyen:
- Puntos finales de imagen ocular: Los ensayos futuros deben incluir imágenes estructurales del nervio óptico y la retina. La tomografía de coherencia óptica (OCT) puede medir el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR) y la capa de células ganglionares. Estas medidas cuantitativas son sensibles a la pérdida temprana de CGR. Por ejemplo, el adelgazamiento de la CFNR/OCT está fuertemente asociado con la gravedad del glaucoma (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). Cualquier tratamiento neuroprotector debería tener como objetivo ralentizar el adelgazamiento. Otra modalidad de imagen es la angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA), que visualiza el flujo sanguíneo retiniano; dado que la entrega de energía implica la circulación, la OCTA podría monitorear los cambios vasculares.
- Pruebas funcionales: Las pruebas de función visual son cruciales. Los campos visuales estándar detectan la pérdida de visión por glaucoma, pero pruebas más específicas como el electrorretinograma de patrón (PERG) o el VEP multifocal pueden medir directamente la función de las CGR. Incluir la amplitud o latencia del PERG como punto final podría revelar beneficios funcionales tempranos de la creatina que preceden a los cambios en el campo visual.
- Imágenes metabólicas: El efecto de la creatina en el metabolismo energético podría rastrearse mediante imágenes avanzadas. La espectroscopia de resonancia magnética (^31P-MRS) puede medir de forma no invasiva los niveles de PCr y ATP en el tejido neural (demostrado en el cerebro). También se ha aplicado en las vías ópticas (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov). La ^31P-MRS del nervio óptico o la corteza visual después de la suplementación podría mostrar directamente si los niveles de PCr aumentan en el sistema visual. Del mismo modo, la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS) o la oximetría retiniana podrían monitorear los cambios en el uso de oxígeno/glucosa en la retina.
- Diseño de ensayos clínicos: Se necesitarían ensayos aleatorizados en pacientes con glaucoma o individuos de alto riesgo. Factores importantes son la dosificación (probablemente similar al uso deportivo, ~3-5 g/día), la duración (meses a años) y el control de otros factores de riesgo (PIO, presión arterial). Los puntos finales deberían combinar imágenes y función ocular (como se mencionó anteriormente) con biomarcadores neurodegenerativos (por ejemplo, cadena ligera de neurofilamento), si están disponibles. Dado el perfil de la creatina, los ensayos podrían comenzar con pacientes con glaucoma de tensión normal, quienes ya muestran vulnerabilidad de las CGR, para ver si el deterioro de la visión se ralentiza sin cambios de presión.
- Monitoreo de seguridad: Aunque la creatina es segura en general, los estudios oculares deben monitorear los marcadores renales y el estado de líquidos como precaución. En pacientes mayores con glaucoma, la función renal y la hidratación deben verificarse, especialmente si tienen comorbilidades o toman otros medicamentos.
En general, la evidencia actual aún no es suficiente para recomendar la creatina para el glaucoma. Pero sus conocidos beneficios sistémicos en músculos y posiblemente cerebro en el envejecimiento, junto con datos específicos de que puede apoyar a las CGR en cultivo (docslib.org) y el metabolismo energético en los nervios (pmc.ncbi.nlm.nih.gov), la convierten en una vía prometedora. Ensayos bien diseñados con puntos finales oculares (OCT/PERG) y quizás imágenes metabólicas (MRS) aclararían si la suplementación con creatina puede de hecho energizar el nervio óptico y proteger la visión.
Conclusión
El glaucoma puede considerarse una enfermedad de las CGR por privación de energía. La creatina, al reforzar el amortiguador de energía de fosfocreatina, ofrece una forma racional de mantener el ATP neuronal bajo estrés. Estudios in vitro muestran claros beneficios para las neuronas retinianas (docslib.org), y la investigación neurodegenerativa sugiere un potencial más amplio (pmc.ncbi.nlm.nih.gov) (pmc.ncbi.nlm.nih.gov). La seguridad de la creatina y sus beneficios relacionados con el envejecimiento (músculo, posiblemente cerebro) respaldan aún más su exploración en la salud ocular. El siguiente paso es una investigación dirigida: ensayos y estudios en animales diseñados con imágenes del nervio óptico y pruebas de función de las CGR, para ver si este suplemento para el entrenamiento con pesas también puede soportar las necesidades energéticas de la retina.
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